Sobre Trentaonze

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Saludos ;)

domingo, 21 de diciembre de 2014

SABOR A AMOR

¡¡Hola!!
Aquí estoy de nuevo, esta vez os traigo un cuento muy especial, un cuento basado en un hecho real y es que la lactancia nos regala estos momentos mágicos y especiales, espero que lo disfrutéisy me gustaría que tmbn compartierais algún momento mágico conmigo y con tod@s l@s que estam@s por aquí. .¿os animáis?



SABOR A AMOR

Sábado 30 de noviembre del 2013, son las 19:45 y unos ojos enormes y redondos iluminan la sala de partos.

Ya no hay dolor, el tiempo se detiene ya nada importa, empiezo a descubrir k significa AMAR con letras mayúsculas.

Aquí está sobre mi pecho, "Dios! Que sabía es la naturaleza que hace que después de 9 meses dentro de mí salga una personita tan perfecta... tan mía"
De repente su instinto más puro la hace girarse hacia mi pecho, se agarra y empieza a succionar.

Es mi momento, su momento ...en definitiva nuestro momento. Y ese es el momento que desaparezco como una sola persona para pasar a ser dos unidas por un vínculo irrompible.

Un vínculo lleno de alimento, pero también de relajación, de protección, de amor...
Van pasando los días, los meses ... cada día me interesa más el mundo de la lactancia materna y sus enormes beneficios.

Leo muchos artículos, maravillandome cada vez más de este oro líquido que poseemos las mujeres y que la naturaleza nos ha otorgado.

Hay una compañera de trabajo que nunca ha podido ser madre biológica aunque si es adoptiva. A ella le encanta todo lo relacionado con el embarazo y la crianza y le apasiona que le explique cosas, me cuenta como llegó a ofrecer el pecho a su hija con 4 años cuando llegó a su casa y como la niña quería relajarse en el.
Es una mujer con piel atópica, y ha probado muchos tratamientos. Así que recordando todo los artículos leídos sobre otros usos del oro blanco, le ofrezco mi leche.
Mi pequeña no quiere mi leche extraída horas antes, así que tiraba todo lo que conseguía sacarme en el trabajo.

De esta forma se aprovecharía tan valioso regalo que nos da la vida.
Al día siguiente me reconforta saber que mi leche le ha servido de suero debajo de su hidratante, y que ha notado una gran mejoría, que al darle bastante cantidad, había incluso separado una poca para tratar unas heridas en su mascota canina (la cual según ella dejó de rascarse y se relajó).

Pero me sorprende enormemente que la hubiese probado:
-He bebido tu leche... está dulcita! Sabe a dulce...
Y entonces recuerdo todos los momentos compartidos con mi chiquitina, pero sobretodo aquel primer instante en el que me enamoré con locura y le contesto:
-No amiga... mi leche sabe a alimento, sabe a relajación, a unión, a protección. .. pero sobretodo sabe a AMOR , a infinito AMOR...

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